Son, 80 días son, 80 nada más, para dar la vuelta al mundo... (Si sabes de dónde es esto eres guay).
Pues sí, lo que no he viajado en mi vida (que no me puedo quejar la verdad) lo he viajado en este periodo que estado ausente.
Empecemos por el primero de los viajes:
Lo hicimos en Mayo y digo hicimos porque fuimos dos amigos y yo (Bea y Juanma concretamente) a ver a otra amiga (Noelia, mi más antigua amiga) a Londres, bueno Hatfield pero bajamos un par de días a Londres Londres.
El caso es que Noe estaba allí de erasmus y como es la mami de todos (no por edad, si no porque hace unas tortillas de patatas que da gusto, un partidazo) no podíamos pasar más tiempo sin verla.
Al viaje se unió Andrea que llegó un día más tarde y nos quedamos todos a dormir en la habitación del piso de estudiantes donde residía Noe.
Por si no tenía suficiente con ir a ver a mi más antigua amiga (Noe, acordaos) aproveché el viaje para ver a Cris, sí, Cris la de la lista, y nos hizo un tour muy guay por Camden y además fuimos al Museo de Cera, que no es como el de Madrid, aquí las figuras dan miedo porque no sabes si es Fernando Alonso o un oso que se ha pasado pinchándose esteroides, allí las figuras dan miedo de lo bien que están hechas, parece que en cualquier momento se van a mover Y LAS PUEDES TOCAR.
Una muestra de ello:
Al día siguiente volvimos a Camden y fui por el London Eye, el parlamento, Buckingham Palace... Ay es que me gusta tanto Londres... no nos queríamos volver ninguno.
Hoy os toca ver unas cuantas fotos... y si no os gustan os aguantáis (pero con cariño)
De Londres a parte de todos los recuerdos con Noe, con sus amigos de Londres y de todo el grupo me traje un constipado de aúpa, el día que fuimos todos a Londres me dolía un poco la cabeza y tenía unos pocos mocos pero el último día en el avión no podía más... y al llegar a Madrid menos... en el Metro parecía que me habían drogado o algo así (pero mereció la pena sólo por el viaje).
El segundo viaje ha sido hace poquito, finales de Julio y principios de Agosto y fue a Roma.
Resulta que mi tía nos regala a cada uno de sus sobrinos un viaje a la parte de Europa que queramos cuando terminamos Bachillerato (yo en mi turno elegí Londres) y ahora le tocaba a mi primo pequeño y eligió Roma.
Estos viajes se han ido convirtiendo en una cadena, es decir, los primos mayores nos íbamos enganchando a los viajes que venían después y así me enganché también al viaje de mi otro primo a Berlín.
Un montón de excursiones, un montón de cosas que ver... una ciudad que tiene vida por sí misma tanto de noche como de día.
Ruinas gigantescas que te hacen pensar en cómo era el concepto de ciudad o de edificio hace unos siglos, simplemente espectacular.
Tampoco faltó la visita al Vaticano que te hace pensar en toda la riqueza que tienen ahí, y no me refiero al oro o al dinero (que también) si no a la cantidad de esculturas, pinturas, tapices... que tienen en su museo, una colección de valor incalculable.
Quiero aclarar que todas las fotos que subo son mías, hechas con mi cámara o con mi móvil (la única que he subido que no es de mi móvil es el selfie de Londres que creo que es del de Noe).
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